
En primer lugar, comencé a prestarle atención a mi alimentación, a estar atenta a lo que como, respetando los tiempos; a hacer una dieta que no tiene "permitidos", que no permite un desliz, un "el lunes empiezo de nuevo".
Descubrí una hermandad (y no tiene que ver con mis hermanos de sangre), donde tenemos un lazo muy fuerte, aún siendo muchas veces, desconocidos. Donde nos ayudamos entre todos, sin importar cómo o con qué, sólo porque tenemos algo en común, ser celíacos, o amigos de celiacos, o familiares de celiacos...
Encontré un propósito que no se mueve con los años, con la moda, con un sueldo, con la temporada. Y aunque muchas veces es un camino cuesta arriba, con piedras, cansador; se sostiene firme.
Ayer pensaba que muchos trabajan por dinero (podríamos pensar que todos lo hacemos), pero la verdadera motivación es otra. Y yo apuesto a lo que me motiva realmente: que todos sepan lo que es la celiaquía, que sea lo más común toparte con un celiaco y no estar impactado por lo que es, que se contemple la alimentación sin gluten en todos los ámbitos de la vida, que se terminen las listas de alimentos aptos, y sobre todo la competencia de intereses de aquellas personas que parecen haber olvidado su verdadera motivación, y la reemplazaron por la que está de moda, el dinero.
Guau! cuando pensamos (o nos dicen) que los argentinos no somos solidarios, que somo egoístas, que no sabemos ayudar. Con todo lo que me pasa a partir de esta novedad que es ser celíacos, me doy cuenta que no es asi. Confieso que es la primera vez que siento con tanta fuerza, ganas de hacer cosas, muchas cosas, sin tener una devolución material. Cuando tengo dudas y charlo con otros celíacos y me ayudan, y me orientan y compartimos experiencias o anécdotas, eso me devuelve mucho.
Siempre tomo el tema con humor, porque es mejor que tomarlo con mal humor no?
Y la verdad que a la fuerza o no, hago la dieta con gusto, porque me siento bien, porque admito que me gusta ese toque especial que nos da a los celíacos hacer una dieta estricta, "rara", complicada... no los hace sentir especiales? A mi me encanta!
Y como digo siempre, el cambio empieza por uno. No nos quedemos esperando que salgan leyes, que salgan amparos, que salgan soluciones, porque nadie más interesado que nosotros en lograr esas cosas. No nos quejemos diciendo que "en este país nadie hace nada", porque todos somos ese "nadie" y todos podemos hacer algo, por más pequeño que sea. Y no sólo con respecto a la condición celíaca. Con respecto a todo en la vida.
Cambiar los hábitos no es fácil, pero se puede. Y no tiene que ver sólo con una dieta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario